La semana santa de Sevilla (desfiles procesionales) es el resultado de un largo proceso iniciado a finales de la Edad Media y que se terminó de definir en el siglo XVII (siglo de oro de la semana santa de Sevilla). A lo largo de 500 años ha cambiado sensiblemente todo.
El origen se debe de buscaren los vía crucis (surgidos en el siglo XIV), en estos vía crucis las procesiones llevaban cruces desnudas, y se dirigían a los extrarradios de la ciudad, como lo fueron San Lázaro, Monasterio de la Cartuja o el templete de la Cruz del Campo (el más conocido).
De todos ellos el más importante fue el de la cruz del campo, cuyas reglas se realizaron en 1521 por Don Fabrique (primer marqués de Tarifa y Adelantado mayor de Andalucía), dando inicio en la Capilla de las flagelaciones, dentro de su palacio de Sevilla, ubicado en la Casa de Pilatos, hoy propiedad de los duques de Medinaceli, y haciendo que finalizara en un pilar ubicado en la antiguamente conocida como Huerta de los Ángeles, a pocas manzanas del posterior lugar de finalización (desde el año 1630), el humilladero de la Cruz del Campo que fue construido en 1380 por una cofradía de negros. De esta manera se recorren los supuestamente 997 metros o lo que es lo mismo los 1321 pasos que se supone separaba el pretorio de Pilatos, del Monte Calvario.
Poco a poco a estas cruces vacías se les fueron poniendo imágenes como fue el Cristo de San Agustín y comenzaron a surgir hermandades de penitencia y la figura del nazareno, el cual intenta imitar a Jesús de Nazaret. Estos nazarenos penitentes originalmente eran de luz (portaban velas) o de sangre (se flagelaban).
En este lienzo de la cruz del campo se ve la calzada que llegaba hasta ella, por la cual se ve una serie de nazarenos, un tanto fantaseados. Se ven personas que llevan luz, otros que se flagelan e incluso otro que va empalado (cosa que no era frecuente en Sevilla). Es un cuadro pintado en pleno siglo XVI, También En primer plano aparece un nazareno que no lleva capirote cónico (como es frecuente), estos capirotes son muy tardíos, surgieron hacia 1720. Hay pruebas de ello en las reglas de la Hermandad del Silencio, en las que aparece un grabado con nazarenos sin capirotes cónicos.
miércoles, 20 de marzo de 2013
lunes, 18 de marzo de 2013
Sagrario San Pedro de Carmona
El sagrario de la parroquia de San Pedro de Carmona es una de las obras más importantes del siglo XVIII andaluz. La obra fue realizada por Ambrosio de Figueroa, el cual proyecto una imponente capilla para el sagrario de cristo y un panteón donde reposarían los hermanos de la hermandad sacramental de dicha parroquia.
Centrándonos en la planta de dicha capilla se pueden observar los absides y exedras que posee además de las cuatro hornacinas que conforman dicho espacio. Dicha capilla está sujeta por pilastras pareadas que surgen de las hornacinas. La bella cupula presenta una cornisa ondulada en la cual aparece un tambor articulado por columnas y ventanales, sobre este tambor aparece una segunda cornisa ondulada sobre la que surge la bóveda en sí, la cual está dividida en cuatro partes, partes todas ellas muy ornamentadas.
Comentando el exterior de esta capilla, hay que hacer una comparación obligatoria, y es que posee un gran parecido la cúpula con la que posee la capilla pública de lo que fue la Cartuja de Sevilla. Esta cúpula alterna frontones curvos con rectos, además de utilizar pilastras al igual que en la capilla publica de la Cartuja. Aunque a simple vista parece que posee ocho vanos que proporcionan luz al interior, hay que ver que solo son cuatro, ya que entre ellos se alternan paños de azulejos con los arcángeles San Gabriel, San Rafael, San Miguel y el Ángel de la Guarda. La cúpula está rematada con un chapitel con forma piramidal sobre el que aparece una escultura de la Fe.
Cuando Ambrosio de Figueroa concluyó la construcción exterior se centró en seguir realizando la obra interiormente para la cual realizo en primer lugar una portada de ingreso a modo de arco triunfal, (que significa en el arte, el triunfo de la iglesia frente al mundo Romano), en este arco también se dispuso una escultura de la Fe (la cual no está hoy día conservada en dicho lugar, debido a su mal estado), junto con otra de la Esperanza y otra personificación de la Caridad.
En el retablo central que proyectó Ambrosio de Figueroa se encuentra una imagen de la Inmaculada Concepción sobre el sagrario que guarda el cuerpo de Cristo. En los laterales de este retablo mayor aparece dos retablos, en los que aparecen San Francisco de Paula y San Cayetano.
Según la Iconografía cristiana en esta capilla aparece una gran multitud de santos de la iglesia catolica, como son: Los cuatro evangelistas y los padres de la iglesia en el tambor de la cúpula, Santo Tomas de Aquino, Elias, San Agustín, San Bernando y San Benito en dicha cupula. La inmaculada, niño Jesús, San Joaquin y Santa Ana, además de Dios padre y medallones con Santa Clara y Santa Barbara en el altar mayor. En el retablo del lado del Evangelio, aparecen San Francisco de Asis, San Juan Bautista, San Diego y San Cristobal y en el retablo del lado de la Epístola aparecen San teodomiro, Santa Gertrudis y San Roque.
A lo largo de la historia esta capilla al igual que el resto de la parroquia de San Pedro ha sufrido varios infortunios, como los desperfectos creados por el terremoto de Lisboa de 1755 y destacando sobretodo un incendio en el siglo XX que provocó la destrucción de muchas obras en la iglesia, el cual aun sigue visible hoy día en ella, como por ejemplo mencionar el arco de acceso a la capilla sacramental cuya madera que forma el escultural arco de acceso sigue con resto de madera chamuscada de aquel incendio.
Centrándonos en la planta de dicha capilla se pueden observar los absides y exedras que posee además de las cuatro hornacinas que conforman dicho espacio. Dicha capilla está sujeta por pilastras pareadas que surgen de las hornacinas. La bella cupula presenta una cornisa ondulada en la cual aparece un tambor articulado por columnas y ventanales, sobre este tambor aparece una segunda cornisa ondulada sobre la que surge la bóveda en sí, la cual está dividida en cuatro partes, partes todas ellas muy ornamentadas.
Comentando el exterior de esta capilla, hay que hacer una comparación obligatoria, y es que posee un gran parecido la cúpula con la que posee la capilla pública de lo que fue la Cartuja de Sevilla. Esta cúpula alterna frontones curvos con rectos, además de utilizar pilastras al igual que en la capilla publica de la Cartuja. Aunque a simple vista parece que posee ocho vanos que proporcionan luz al interior, hay que ver que solo son cuatro, ya que entre ellos se alternan paños de azulejos con los arcángeles San Gabriel, San Rafael, San Miguel y el Ángel de la Guarda. La cúpula está rematada con un chapitel con forma piramidal sobre el que aparece una escultura de la Fe.
Cuando Ambrosio de Figueroa concluyó la construcción exterior se centró en seguir realizando la obra interiormente para la cual realizo en primer lugar una portada de ingreso a modo de arco triunfal, (que significa en el arte, el triunfo de la iglesia frente al mundo Romano), en este arco también se dispuso una escultura de la Fe (la cual no está hoy día conservada en dicho lugar, debido a su mal estado), junto con otra de la Esperanza y otra personificación de la Caridad.
En el retablo central que proyectó Ambrosio de Figueroa se encuentra una imagen de la Inmaculada Concepción sobre el sagrario que guarda el cuerpo de Cristo. En los laterales de este retablo mayor aparece dos retablos, en los que aparecen San Francisco de Paula y San Cayetano.
Según la Iconografía cristiana en esta capilla aparece una gran multitud de santos de la iglesia catolica, como son: Los cuatro evangelistas y los padres de la iglesia en el tambor de la cúpula, Santo Tomas de Aquino, Elias, San Agustín, San Bernando y San Benito en dicha cupula. La inmaculada, niño Jesús, San Joaquin y Santa Ana, además de Dios padre y medallones con Santa Clara y Santa Barbara en el altar mayor. En el retablo del lado del Evangelio, aparecen San Francisco de Asis, San Juan Bautista, San Diego y San Cristobal y en el retablo del lado de la Epístola aparecen San teodomiro, Santa Gertrudis y San Roque.
El retablo principal esta dedicado a la
Eucaristía (Tabernáculo), el de San Juan Bautista al sacramento del Bautismo,
el de San Teodomiro a la Confirmación (Los mártires confirman la fe con su
sangre), el de San Cayetano al Orden Sacerdotal (San Cayetano fue sacerdote y
fundador de una congregación sacerdotal), el de San Juan Nepomuceno a la
Penitencia (este santo fue mártir del sigilo sacramental ), el de Santa Bárbara
a la Unción de los enfermos (es invocada para no morir de repente sin los
sacramentos), el de San Francisco de Paula, el Sacramento del Matrimonio
(invocado contra la esterilidad conyugal.
Retablo de la catedral de Sevilla
Es el retablo de mayores proporciones de todos los
retablos del mundo cristiano 28 m de altura por 18 de ancho, es un retablo que
se tardó 83 años en construirse, debido a varios cambios de criterios y la
intervención de multitud de artistas (1481-1564), el primer artista que lo
comenzó fue Pieter Dancar. Fue iniciado en gótico, de hecho la arquitectura de
este es Gótica y en cambio destacar que las imágenes son renacentistas. Esta
rematado por la viga de imaginería.
La composición de este retablo es a base de
cuadriculas o tablas alfonsíes. El retablo posee 7 calles, 4 pisos más un banco
y a su vez todo ello rematado por un guardapolvos inclinado (a modo de visera)
y a su vez de nuevo sobre este la viga de imaginería.
Pieter Dancar estuvo al frente de la obra durante 20
años. El tablero central del retablo fue
construido por Jorge (escultor) y Alejo (pintor) Fernández ya que en el año
1508 el cabildo catedral pidió que se llamara a estos artistas para encargar la
realización del retablo. Realizaron la mayor parte de las figuras que hay en el
tablero central desde 1508 a 1526, que fue cuando se termino el retablo, y los
cuerpos laterales se realizaron en torno a los años 50 del mismo siglo,
interviniendo artistas como Juan Bautista Vázquez El Viejo.
Entre los temas que aparecen, el principal es la
Redención del hombre por la crucifixión de Cristo, además de varios pasajes más
sobre la pasión y muerte de Cristo.
En la calle central de abajo a arriba aparecen: el
nacimiento de Cristo, la asunción de la virgen, la resurrección de Cristo y por
último la ascensión de Cristo.
El banco es más estrecho que el resto del retablo, y
mientras que los espacios del cuerpo son verticales en él son apaisados. En los
laterales de este cuerpo bajo hay dos puertas laterales, que dan acceso a la
sacristía alta, sobre los dinteles de estas dos puertas hay dos maquetas con
vistas de Sevilla que son un documento gráfico para indicarnos como es Sevilla
a finales del siglo XVI, la de la izquierda es una vista de Sevilla desde el
Norte y la del extremo de la derecha es desde el Sur. En el cuerpo del banco y
en el tercer compartimento derecho aparece también una maqueta de la catedral
con la giralda (anterior a la actual).
Sobre el llamado guardapolvo aparece la viga de imaginería
como ya he dicho antes, esta presenta como tema central la piedad o quinta
angustia o repartido a izquierda y derecha de este tema seis y seis apóstoles.
En el ático de esta viga aparece un Cristo crucificado (Cristo del millón) flanqueado
por la virgen y San Juan.
domingo, 17 de marzo de 2013
IN TE DOMINE SPERAVIT NON CONFUNDAN IN AETERNUM
El señor de la Amargura de la hermandad del santísimo cristo de San Felipe cofradía de nazarenos del Señor de la Amargura y María Santísima del Mayor Dolor fue tallado en 1521 por la gubia de Jorge Fernandez Alemán, justamente el mismo escultor que realizó el que es, el retablo mayor de la cristiandad, el retablo de la Santa Iglesia Catedral de Sevilla. Jorge Fernandez Alemán fue un escultor, pintor, artista e imaginero de origen alemán, nacido en la Ciudad de Sevilla. Su obra giró en torno a lo religioso puesto que realizó esculturas religiosas y colaboró en construcciones de templos emblemáticos. Poco se conoce de la vida del escultor sevillano, pero a diferencia de ello son muchas obras las realizadas por el artista. A pesar del notable anonimato de su vida, fue calificado por Cean Bermúdez uno de los mejores escultores del Reino.
La obra está realizada en nogal, teniendo un sudario dorado estofado, mide 1,81 metros y en su cabeza porta una corona de espinas tallada
Esta destacada obra de arte ha sufrido a lo largo de su larga vida (como es normal) varias restauraciones. Destacando la que realizó el carmonense Francisco Buiza a mediados del siglo pasado o la que sufrió durante casi un año hace apenas tres años a cargo del IAPH, instituto artístico que centró su trabajo en devolver a la talla su policromia original.
La obra está realizada en nogal, teniendo un sudario dorado estofado, mide 1,81 metros y en su cabeza porta una corona de espinas tallada
Esta destacada obra de arte ha sufrido a lo largo de su larga vida (como es normal) varias restauraciones. Destacando la que realizó el carmonense Francisco Buiza a mediados del siglo pasado o la que sufrió durante casi un año hace apenas tres años a cargo del IAPH, instituto artístico que centró su trabajo en devolver a la talla su policromia original.
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